I Fase. Preparación del terreno
Antes de la sidra está la manzana y para conseguir ésta es necesario su cultivo pero, ¿conoces que aspecto es fundamental para conseguir con éxito una buena plantación frutal?. Pues ni más ni menos que la preparación del terreno.
En este post os explicaremos las técnicas que deben ser llevadas a cabo en la tierra para la plantación del manzano gracias a la ayuda de Mª Dolores y José Alonso.
El pasado sábado 15 de octubre hemos estado viendo las tareas de laboreo que deben ser realizadas en la tierra para su futuro cultivo. Mª Dolores nos abrió sus puertas para mostrarnos la finca que está preparando y en la que sembrará manzana con denominación de origen. Según nos contaba, ese terreno era una antigua pumarada de casi medio centenar de vida. Debido a que casi no le sacaba rendimiento, (puesto que muchos de los manzanos estaban secándose y otros portaban enfermedades), decidió quitarlos para plantar nuevos pumares. Lo primero que tuvo que hacer fue cortar la copa de los manzanos, sacarles la raíz y dejar el terreno durante un año de prado. Las labores que siguen son las que compartieron con nosotros y a continuación vamos a detallar.
Primer paso: Con una fresadora se rotovata la tierra para triturarla y quitarle la vegetación superficial.
Segundo paso: subsolado; técnica de laboreo poco frecuente pero fundamental. Lo que hace el subsolador (apero de labranza que se acopla al tractor) es calarse en la tierra hasta 60 cm., de manera que penetra consiguiendo sacar aquellas raíces que están más enterradas.
Según nos cuentan, es necesario quitar todas las raíces posibles, puesto que en éstas pueden criarse hongos y de cultivarse sobre ellas tendríamos un problema en las plantaciones que se realicen.
La tierra una vez subsolada queda «esponjosa», de forma que permite la filtración del agua además de ser aireada.
Tercer y último paso sería volver a pasar la fresadora al terreno antes de ser plantada.
Como apuntábamos al inicio, la tarea del subsolado es recomendable realizar en todas aquellas fincas que vayan a ser repobladas a fin de evitar futuros problemas en la nueva plantación.